Joseph Santangelo gana a su mujer, Catherine, durante un juego de cartas. Tras la muerte de su madre, el espíritu devoto de esta se canaliza en su hija Teresa, que crecerá intentando acercase a Dios.
“Junto con Teresa, empezamos a deleitarnos en las pequeñas cosas que componen esta película, en los detalles desaboridos que flotan en la periferia y en cómo cosas aparentemente menores conducen a otras inesperadas. Savoca (True Love, Dogfight) es una de las grandes narradoras americanas.”(Marjorie Baumgarten)
Las inseguridades afloran durante los preparativos de la inminente boda de Donna y Michael, dos jóvenes italoamericanos del Bronx. Michael tiene miedo al compromiso y Donna duda de la inmadurez de Michael.
“Si Moonstruck hubiera sido hecha por, para y sobre gente real, podría haberse parecido mucho a True Love, la exuberante y estridente película de Nancy Savoca sobre una gran boda italoamericana y todas sus consecuencias. Savoca, nativa del Bronx y debutante en la dirección, conoce su territorio y sabe que no debe tratarlo con demasiada amabilidad. […] El numeroso y bullicioso reparto comparte un enfoque uniformemente exagerado, pero en este caso es ideal. El espectador tendrá que recordar de vez en cuando que se trata de actores y que True Love no es un documental.”(Janel Maslin)
El Festival de Cine de Gijón cerró su sexagésimo segunda edición anunciando su palmarés a media mañana del sábado. Para sorpresa de casi nadie, Hang Sang-soo ganó por tercera vez la competición oficial del FICX. Es conocida mi opinión sobre los filmes del realizador coreano, pertinazmente presentes en Gijón desde 2013, por más que él nunca haya pisado la ciudad. Más sentido tuvieron para mí los premios de Mejor Director para el alemán Matthias Glasner por la estupenda Dying o el de Mejor Actor para el guineano Abou Sangare por la igualmente excelente L'histoire de Souleyman. Del resto de títulos premiados este año poco o nada puedo decir porque no los vi, excepción hecha del Premio del Jurado Joven concedido a la japonesa River returns. El Premio del Público recayó en Le roman de Jim, que tenía apuntada para la matinal del viernes pero que descarté porque ya no tenemos edad para dos madrugones tan seguidos (misma razón por la que descarté la finlandesa Silent trilogy, película de clausura del festival, programada para las 9 de la mañana del último día, pese a durar tan solo 60 minutos). Pero como las entradas para las tres sesiones de la noche del sábado en los Ocine estaban agotadas y además me dolía haberme perdido Le roman de Jim, hice un cambio de última hora para encajar la película de los hermanos Larrieu, a costa de sacrificar To a land unknown. Y creo que no me equivoqué del todo.
Eso sí, el primer título de la tarde fue Imperial princess, en la Antigua Escuela de Comercio. Imperial princess es un mediometraje que no alcanza ni los cincuenta minutos de duración, aunque habríamos salido ganando si no hubiera alcanzado los cinco. A modo de grabación casera cutre, el realizador francés Virgil Vernier autorretrata a una joven heredera rusa que se ha quedado sola en Montecarlo cuando su padre oligarca ha tenido que salir por patas.
La cinta, que se cierra con unos cuantos coches de alta gama haciendo el cabra por el circuito de Mónaco, supongo que intenta ser un retrato de la soledad de su acaudalada protagonista en su mundo de lujo y opulencia, pero es una chorrada tan banal y ridícula que consigue hacerse larga aun durando tan poco. Por supuesto, el público aplaudió atolondradamente con la misma intensidad que si hubiera sido una obra maestra.
Afortunadamente, el broche final del #62FICX fue bastante más satisfactorio. Le roman de Jim (La historia de Jim en su título español, cuyo estreno en salas está anunciado para el mes de abril del próximo año) ha sido uno de los filmes más disfrutables vistos durante estos nueve días, aunque su forma y fondo se alejen notablemente (para desgracia de quien esto escribe) de la línea más independiente y alternativa del certamen gijonés.
Es una historia profundamente emotiva que bucea sin pudor en las aguas del melodrama pero lo hace siempre con una contención admirable, a pesar de la enorme fuerza de su historia de paternidad e infancia truncadas, que se extiende durante más de dos décadas.
Primorosamente rodada y con una conmovedora interpretación de su protagonista masculino, Karim Leklou, La roman de Jim posee un encanto y una ternura desbordantes, capaces de poner a prueba hasta al más cínico de los espectadores.
Le roman de Jim, de Arnaud Larrieu y Jean-Marie Larrieu. Trailer.
El Jurado Internacional de la Sección Oficial – Competición Internacional Albar de la 62ª Edición del Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón, formado por Belén Funes, Sergio Oksman y Mark Peranson ha decidido otorgar los siguientes premios:
El Jurado FIPRESCI de la Sección Oficial – Competición Internacional Retueyos de la 62ª Edición del Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón, formado por Dana Duma, Carles Martínez Agenjo y José Teodoro ha decidido otorgar los siguientes premios:
El Jurado Internacional de la Sección Oficial – Competición Internacional de Cortometrajes de la 62ª Edición del Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón, formado por Doris Bauer, Rocío Mateo-Sagasta y María Gisèle Royo ha decidido otorgar el siguiente premio:
Premio Principado de Asturias al Mejor Cortometraje Campolivar, de Alicia Moncholí (España, 2024)
PREMIOS JURADO JOVEN
El Jurado Joven de la 62ª Edición del Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón ha otorgado los siguientes premios:
Premio del Jurado Joven al Mejor Largometraje de la Competición Retueyos River returns, de Masakazu Kaneko (Japón, 2024)
Premio Jurado Joven al Mejor Cortometraje de la Sección Oficial Campolivar, de Alicia Moncholí (España, 2024)
PREMIOS TIERRES EN TRANCE
El Jurado de la competición transversal Tierres en Trance de la 62ª Edición del Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón, formado por Sonia Bautista-Alarcón, Tito Montero y Claudio Zilleruelo ha decidido otorgar los siguientes premios:
El Jurado de Cine Español integrado por Esther González Couso, Virginia Pablos y Celia Rico Clavellino han concedido los siguientes premios de entre los largometrajes de producción española y/o dirigidos por cineastas españoles/as estrenados en la 62ª edición del Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón:
Premio DAMA al Mejor Guion de película española Col·lectiu Vigília, Laura Corominas Espelt, Clara Serrano Llorens y Ariadna Ulldemolins Abad por L'edat imminent (España, 2024)
Premio AMAE al Mejor Montaje de película española Paula Veleiro por Te separas mucho (España, 2024)
PREMIO JURADO CIMA
El Jurado CIMA integrado por Ainhoa Bolaños, Almudena Carracedo y Teresa Marcos ha concedido el siguiente premio de entre las películas estrenadas en las secciones competitivas de la 62ª edición del Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón:
El Jurado de Cine Asturiano formado por Francisco González Orejas, Graciela Mier y Ana I. Suárez ha decidido conceder los siguientes premios, patrocinados por RTPA:
Premiu RTPA de la Competición Asturies al Meyor Curtiumetraxe Soledá, de Howi Álvarez (España, 2024)
Mención Especial RTPA de la Competición Asturies Curtiumetraxes Festina Lente, de Ana G. Argüelles (España, 2024)
Premio de Distribución Laboral Cinemateca Cortos Festina Lente, de Ana G. Argüelles (España, 2024)
PREMIO RAMBAL
El Jurado integrado por Monica García Jiménez, Mane Fernández Noriega y Borja Ibaseta Garrido ha concedido el siguiente premio, en memoria de Alberto Alonso Blanco (Rambal):
El Jurado del Premio Nuevos/as Realizadores/as del Principado De Asturias formado por Francisco de Asís Fernández Olanda, Alejandro Díaz Castaño, Isabel Lugilde, Lucía Herrera y Samu Fuentes, y patrocinado por el Gobierno del Principado de Asturias, ha concedido el siguiente premio al proyecto:
Premio Nuevos/as Realizadores/as del Principado de Asturias Lo que fuiste, de Iván Ladeiras
PREMIO PROYECTO CORTO MOVISTAR PLUS+
El Premio PROYECTO CORTO MOVISTAR PLUS+ / PECERA ESTUDIO 2024 es para el proyecto titulado:
One Way Cycle, Abano Producións y dirigido por Alicia Núñez Puerto
PREMIOS SEMILLERU LAB 2024 Modalidad Proyectos en fase de Desarrollo
Premio Semilleru Lab Asturias Paraíso Natural Film Commission
para el desarrollo de un proyecto La isla, de Ismael Sordo
Premio Music Library & SFX El desencanto, de Marta Martín
Premio Impulso ECAM I’m in love with my Testo, de Juno Álvarez
PREMIOS SEMILLERU LAB 2024 Modalidad Proyectos en fase de (Post)Producción
Premio SEMILLERU Lab para la (post)producción Luna En Escorpio, de Aizpea de Atxa y Maria Corriàs
Premio MUBOX Studio para la (post)Producción de sonido de un proyecto Como Manolete en la víspera de su muerte, de Álvaro Gómez
Premio INCOPRODUCTION No Ghost Inside, de Antonio Morales
Premio Subtitulam consiste en la traducción ZORAvsKONG, de de Paola Álvarez y Manuel Escorihuela
Premio MECAS para la difusión de un proyecto No Ghost Inside, de Antonio Morales
Llegamos al final del Festival de Cine de Gijón y lo hacemos pasando la jornada del viernes íntegramente en Gijón Sur. Como quiera que la película ancla del día era la alemana Dying, que su duración superaba las tres horas y que los horarios del resto de sesiones vespertinas no permitían combinarla con ninguna de otras sedes, no hubo más que adaptarse al calendario propuesto por la organización del certamen.
No las tenía todas conmigo con la japonesa River returns, que se ha estrenado mundialmente en la Sección Retueyos del #62FICX, pero la ausencia de alternativas y algún comentario favorable leído tras su proyección del día anterior me animaron a darle una oportunidad.
No puede decirse que terminara siendo una buena decisión. River returns es una pretendida fábula con toques mágicos ambientada en un bosque del Japón de la posguerra que utiliza la mirada infantil para sus noños y plúmbeos propósitos. Con una abundante profusión de planos bonitos pero con una duración a todas luces desmedida (que quizá alguien no tuvo en cuenta cuando se programaron los horarios) para la mínima historia que cuenta, el filme de Masakazu Kaneko acaba haciéndose cada vez más enervante por su nulo sentido de la elipsis.
La duración de la cinta alemana Dying, en cambio, aunque alcanza las tres horas, no supone un obstáculo por cuanto la fuerza de sus imágenes y lo que cuentan consiguen sumergirte de lleno en ella. Y no es que la historia de la película sea precisamente alegre. El filme empieza con una agonía, termina con un entierro y todo lo que hay en medio no resulta más divertido, aunque la lograda propuesta de Matthias Glasner, ganadora del Premio al Mejor Guion en el Festival de Berlín, haya sido calificada en muchos sitios como tragicomedia.
Hubo un tiempo no muy lejano en el que el Festival de Cine Alemán de Madrid rescataba los títulos más interesantes de la producción cinematográfica germana anual. Desde hace algunas ediciones esto parece haber cambiado y filmes como Dying no encajan en los postulados de sus programadores actuales, siendo descartados en beneficio de obras supuestamente más rompedoras, como la estomagante Zone que vimos (es un decir) en la pasada edición.
Dying se centra en los miembros de la familia Lunnies y en sus allegados más cercanos, haciendo un retrato coral de la existencia como si de un valle de lágrimas se tratara al que todos hemos venido a sufrir. Por suerte, en el camino se asegura de construir adecuadamente sus personajes, con una mezcla de empatía y frialdad que resulta dolorosamente convincente.
Cerramos la jornada y casi esta edición del festival con La luz que imaginamos, obra de la directora y guionista india Payal Kapadia y que viene de ganar el Premio Especial del Jurado en Cannes. Podría ser esta una buena carta de presentación, pero ya fuera por el cansancio, ya fuera por su realización, la historia de estas enfermeras y sus tristes avatares económico-sentimentales en el Mumbai de nuestros días acabó por no producirme más que aburrimiento e indiferencia, agravados por el continuo patear de mi butaca por parte del sujeto sentado detrás.
A pesar del tute que llevamos encima cuando se está aproximando el final de esta 62ª edición del Festival Internacional de Cine de Gijón, toca madrugar más de lo habitual para llegar a la Escuela de Comercio en la mañana del jueves y asistir al pase de Trois amies. Y es que si por alguien merece la pena hacer el esfuerzo es por Emmanuel Mouret.
Esta es la tercera aparición en el FICX del realizador francés y en las dos anteriores presentó títulos que estuvieron entre lo mejor del certamen, por lo que la elección parecía una apuesta segura. Trois amies, que ha pasado por la Sección Oficial del último Festival de Venecia, concursa aquí en Albar. Mouret sigue apegado a las constantes recurrentes de su cine, que recuerda cada vez más en forma y fondo a Woody Allen, al que emula incluso en sus títulos de crédito. De nuevo asistimos a los habituales enredos sentimentales de un grupo de personajes (en este caso, tres parejas) pertenecientes a la acomodada burguesía francesa, adoptando aquí la narración el punto de vista de las tres amigas a las que se refiere el título del filme.
El ritmo del relato, articulado por la voz en off del imprescindible Vincent Macaigne, no concede apenas tiempos muertos y, dado el afecto que el cineasta muestra por todos sus protagonistas, diríase que no quiere terminar la película, aunque suponga que esta se alargue hasta las casi dos horas de metraje, a lo que como espectador no pongo ninguna queja.
Después de casi un semana de climatología favorable, la lluvia arrecia con fuerza cuando por la tarde nos dirigimos a los Cines Yelmo para el segundo y último pase de Bird, producción británica encuadrada en la Sección Esbilla.
Tenía grandes esperanzas depositadas en la película de Andrea Arnold pero esta ha acabado siendo una decepción. Bird, que compitió en el pasado Festival de Cannes, acumula en sus casi dos horas de duración un amplio catálogo de cosas que no me gusta ver en una película: imagen con grano, cámara al hombro, primerísimos planos, intérpretes intensitos, feísmo atroz, toques de realismo mágico y Franz Rogowski. Todas juntas forman un producto que me resulta sumamente indigesto y que tan solo me anima parcialmente cuando suenan algunas de las canciones que jalonan la narración. Porque los británicos, de hacer películas y series no tienen ni pizca de buen gusto, pero en lo musical les reconozco que saben un poco. Barry Keoghan, con la cara y el cuerpo pintarrajados, encabeza el reparto, pero son los jóvenes quienes cargan con casi todo el peso del filme, especialmente la debutante Nykiya Adams.
Bird, de Andrea Arnold. Trailer.
Como quiera que al terminar Bird no había más opción para la última sesión de la jornada que Paying for it, también en los Cines Yelmo, pues allí que nos metimos otra vez. Antes del pase del filme de Sook-Yin Lee se proyectó el corto Stairs, de la cineasta de origen iraní Raha Raz, que básicamente nos recuerda lo poco que nos estamos perdiendo desde que hace ya muchos años el FICX prescindió de los cortometrajes antes de los largos.
Paying for it adapta el popular cómic autobiográfico de Chester Brown, donde el historietista canadiense contaba sus experiencias con la prostitución, a la que empezó a recurrir después de que su novia anterior le dejara. Se da la circunstancia de que es precisamente esa ex novia la directora de la película. Sook-Yin Lee era también la actriz protagonista de Shortbus, cinta dirigida por John Cameron Mitchell (aquí productor ejecutivo) que se pudo ver en el FICX 2006. Como directora, y parte destacada de la historia que cuenta, Sook-Yin Lee realiza un trabajo que se aleja de estridencias y moralismos, lo que todavía desconcierta más en los tiempos que corren. Y además la película está narrada con notable solvencia, sin florituras artísticas, solo confiando en el interés de su historia y en el buen hacer de sus protagonistas, unos estupendos Dan Beirne y Emily Lê, cuyas composiciones transmiten humor y ternura casi a partes iguales.
No puede decirse que el sexto día de la 62ª edición del Festival Internacional de Cine de Gijón nos trajera demasiadas alegrías. Descartadas las propuestas matinales, empezamos la jornada regresando a los Ocine para la proyección en la primera sesión vespertina de Sumario 3/94, un documental de nacionalidad española dirigido por el barcelonés Abel García Roure.
No conocía de nada la historia real de Vicente Arlandis padre, que Vicente Arlandis hijo lleva tiempo empleando como motor de sus propuestas artísticas, ya sea en formato teatral primero, en libro después y ahora en película. Arlandis padre fue acusado en 1994 de haber asesinado a una anciana enferma de Alzheimer propinándole múltiples puñaladas. La presunta motivación del crimen fue económica y el acusado primero y condenado después pasó 13 años en prisión. Su hijo, que acababa de terminar COU justo cuando sucedieron los hechos y que ahora es un artista multidisciplinar, sigue proclamando la inocencia del padre, pero este atípico documental plantea más dudas de las que resuelve y deja muchas casillas sin rellenar.
Para encajar la producción australiana Flathead en mi calendario personal de proyecciones del FICX tuve que desplazar otras opciones e incluso dejar algunas definitivamente fuera. Una vez padecido esta suerte de documental, escrito (es un decir) y dirigido (es otro decir) por el debutante Jaydon Martin, me resultan inconcebibles las razones de tan lamentable decisión.
No resulta fácil saber qué pretendía contar su autor pero en mi caso particular no me cuenta absolutamente nada. Se trata de una sucesión deslavazada de secuencias, principalmente en blanco y negro, más o menos esteticistas y del todo ajenas a cualquier sentido narrativo. Sus noventa minutos de metraje son un más de lo mismo y solo la confortabilidad de las butacas de los Ocine y lo apropiadas que resultan para echarse una siesta (como sabiamente hizo la persona que estaba sentada a mi lado) explican que no me saliera de la sala antes del final.
Flathead, de Jaydon Martin. Trailer.
El regreso a las butacas del Teatro Jovellanos se hace aún más duro viniendo de los Ocine. Afortunadamente, la última sesión del día, la islandesa Where the light breaks, del guionista y director Rúnar Rúnarsson, apenas dura ochenta minutos.
La mínima historia que cuenta tampoco necesita de más y se centra en el dolor de la pérdida que sufre un grupo de jóvenes estudiantes universitarios cuando uno de sus amigos/novio fallece de forma accidental. Es una temática agradecida y que se ha explorado múltiples veces en el cine, por lo general con más acierto que aquí. Acabada la proyección, hubo un encuentro con el director, pero entre la hora tardía, el cansancio acumulado y que ni ponente ni traductora destacaban precisamente por la concisión y síntesis de sus parlamentos (la primera respuesta a una pregunta del público casi duró más que la propia película), me fui antes de que acabara.
When the light breaks, de Rúnar Rúnarsson. Trailer.
L'histoire de Souleymane, de Boris Lojkine. Trailer.
En la jornada en la que cruzamos el ecuador del Festival de Cine de Gijón empieza a acusarse el cansancio después del maratón de filmes que llevamos. En este martes, la inmigración y sus diferentes aristas han tenido un papel destacado en las películas seleccionadas. La mejor de ellas ha sido precisamente la primera de todas, L'historie de Souleymane, proyectada en el pase de prensa del mediodía en la Escuela de Comercio y que compite en la Sección Albar.
L'histoire de Souleyman parece casi una continuación de Yo capitán, el excelente filme del italiano Matteo Garrone estrenado comercialmente en salas a finales del pasado año y que pasó previamente por el FICX. El protagonista en este caso procede Guinea Conakry y también ha llegado a Italia después de recorrer medio continente africano. Ahora se encuentra en París y la película narra tres días en su vida mientras sobrevive como inmigrante ilegal a la espera de la vista para su petición de asilo en Francia. Boris Lojkine consigue introducirnos en la piel del personaje mediante una realización inmersiva que aprovecha el excelente trabajo del intérprete no profesional Abou Sangare, que reside sin papeles en Amiens desde hace siete años.
Sorteando maniqueismos y lugares comunes, expectativas y resultados se dan la mano en un título mayor que tras pasar por el Festival de Cannes, donde logró hasta tres premios en la sección Un certain regard (Mejor Película, Premio del Jurado y Mejor Actor), es uno de los más destacados de entre los vistos hasta el momento en esta edición del certamen gijonés.
Desgraciadamente, lo único que destaca en la extremadamente enervante Vulcanizadora, producción estadounidense dirigida por Joel Potrykus, es su oligofrenia.
Durante casi una hora asistimos a un absurdo peregrinar por el bosque de dos personajes que mantienen unos diálogos esencialmente estúpidos. Cuando tememos que la película vaya a ser toda así hasta consumir sus casi noventa minutos de metraje, a uno de los dos protagonistas le estalla la cabeza, pero en sentido literal. Luego la cosa se alarga aún un poco más, pero con parecido interés. Si ya se necesita tener mucho talento para sostener un relato con tan pocos elementos, Vulcanizadora es exactamente lo que se consigue cuando no se tiene ninguno.
Potrykus, que también es uno de los intérpretes de este artefacto, presentó telemáticamente su subproducto. Un sujeto a meter directamente a la lista negra.
Vulcanizadora, de Joel Potrykus. Trailer.
In the land of brothers, de Raha Amirfazli y Alireza Ghasemi. Trailer.
Como los horarios están así de ajustados, toca emprender camino desde Gijón Sur hasta los Cines Yelmo casi a la carrera para el pase de In the land of brothers.
Después de la sesión anterior, estaba el nivel lo suficientemente bajo como para que mejorara con poco. Y además la película escrita y dirigida por Raha Amirfazli y Alireza Ghasemi venía avalada con el Premio de Mejor Dirección en el último Festival de Sundance.
Pero en ningún momento he conectado con estas tres historias cruzadas a lo largo de dos décadas sobre una familia afgana refugiada en Irán. Todo me ha parecido rutinario y previsible, empezando por la propia realización del filme, lo que se ha traducido en un casi nulo interés por los personajes y sus desventuras hasta el punto de que llegado el tercer episodio lo único que esperaba ya era que salieran los créditos finales. Por fortuna la espera no se hizo larga, lo mismo que la permanencia de la película en mi memoria.
Patricia Mazuy participa en la sección competitiva Albar de esta edición del FICX después de la retrospectiva que el festival le dedicara hace ahora dos años. Y lo hace con La prisonnière de Bordeaux, un drama con trasfondo de lucha de clases que protagonizan Isabelle Huppert y Hafsia Herzi (vista por primera vez en Gijón en Le roi de l'evasión hace justo quince años).
Lo poco que he visto del cine de Mazuy no me emociona en exceso pero tampoco me disgusta del todo y aquí factura una película bastante clásica en su forma, donde el guion y el notable trabajo de sus dos actrices atrapan siempre la atención del espectador, aunque su conclusión pueda interpretarse de formas diversas y no todas ellas positivas.
La prisonnière de Bordeaux, de Patricia Mazuy. Trailer.