La elegancia del erizo, de la escritora francesa Muriel Barbery, logró convertirse hace algunos meses en uno de esos éxitos editoriales que inundan los vagones de metro, con todo lo que ello supone. Ahora la novela ha sido adaptada al cine, al parecer muy libremente, por parte de una directora y guionista debutante, la también francesa Mona Achache. La trama de El erizo, presentada a concurso en la Sección Oficial de la Seminci, se ambienta casi teatralmente en un edificio parisino en el que habitan, entre otros estrafalarios personajes, Paloma y Renée.
Imágenes de El Erizo, de Mona Achache
La primera es una niña superdotada atrapada en el agobiante ambiente familiar en el que vive y que en la primera secuencia del filme advierte al espectador que se suicidará el día de su siguiente cumpleaños. Su voz en off nos conducirá a través del relato. La segunda es la introvertida y ceñuda portera del inmueble, casi invisible para todos los habitantes del mismo excepto para el recién llegado propietario japonés. Será la aparición de este curioso y observador personaje el desencadenante de la historia de Achache y Barbery.
El erizo es una película humanista y amable, en el mejor sentido de ambos términos, que se beneficia de las estupendas interpretaciones de su trío protagonista, en especial de una brillante Josiane Balasko en el papel de esa portera que bajo su caparazón de púas esconde una personalidad sorprendente.
También en la Sección Oficial competitiva y también adaptación de un libro de éxito de una escritora, la española Castillos de cartón, del director Salvador García Ruiz, es una película fallida que naufraga allí donde también lo hacía el relato de Almudena Grandes.
La improbable historia del trío amoroso que forman unos estudiantes de Bellas Artes en el Madrid de los primeros años ochenta se mantiene fiel a su original literario aun a costa de suprimir partes importantes del mismo, pero se resiente de un conjunto de interpretaciones muy desigual. Mientras que Adriana Ugarte y Biel Durán mantienen el tipo con cierta dignidad con unos personajes al borde del ridículo, Nilo Mur no lo consigue y naufraga estrepitosamente en su composición del atormentado Marcos, tercer y más endeble vértice del triángulo.
El trío protagonista de Castillos de cartón. A la derecha Adriana Ugarte haciendo promoción de la película.
Castillos de cartón no consigue superar el lastre de una arranque inverosímil y casi sonrojante y aunque logra enderezar ligeramente el rumbo, en ningún momento acierta a establecer la necesaria complicidad con el espectador. Los personajes del filme nacen de la nada y acaban en el mismo punto. Entremedias asistimos a sus improbables encuentros sexuales, casi siempre desprovistos de pasión, que empiezan de forma arbitraria y terminan de modo similar en un desenlace tan abrupto como decepcionante.
La carrera del realizador británico Ken Loach está estrechamente unida a la Seminci de Valladolid desde que hace casi dos décadas lograra la Espiga de plata con su película Riff-Raff. Años más tarde lograría por dos veces el máximo galardón del certamen con Mi nombre es Joe y Sweet sixteen y sus éxitos pucelanos ayudaron enormemente a la difusión y al prestigio con que fueron recibidos durante una época todos sus estrenos. Sin embargo, la flor de Loach parecía haberse marchitado hace ya algún tiempo dado que su peligrosa tendencia al sermón y el carácter progresivamente más panfletario y mitinero de su cine habían llegado a alcanzar un punto de difícil retorno.
En este contexto es aún más disfrutable la pequeña revolución en su cine que supone Looking for Eric: Ken Loach ha hecho aquí casi una americanada. Seguro que a este comprometido trostkista le saldría un sarpullido con esta apreciación pero lo cierto es que su película echa mano de recursos casi caprianos y discurre, pese a lo trágico de la historia que cuenta durante buena parte de su metraje, con una frescura y alegría desconocidas hasta la fecha en el autor de Tierra y libertad.
El protagonista de Looking for Eric es un cartero al que acaba de dejar su pareja. Tiene a su cargo dos hijastros adolescentes que tienen okupada la casa y su relación con ellos no pasa por el mejor momento. Está deprimido y sufre un accidente de tráfico. Sus amigos y compañeros de trabajo, conscientes de su mal estado anímico, tratan de animarlo y se sirven de un grotesco manual de autoayuda. El ejercicio propuesto consiste en tomar como modelo una persona admirada. El Eric cartero, seguidor del Manchester, elige al otro Eric, Cantona. Y entonces el que fuera número 7 del United, armado de su célebre chulería y su arsenal de proverbios y sentencias, se le aparece en forma de imaginario consejero espiritual dispuesto a echarle una mano en sus problemas existenciales.
Looking For Eric. Trailer.
Looking for Eric, pese al drama del protagonista, desprende un optimismo como nunca había ocurrido en anteriores trabajos del cineasta inglés. Probablemente la estupenda presencia del genial futbolista galo, también productor de la cinta, tenga buena parte del mérito pero Loach consigue dotar de equilibrio al guión de su en los últimos años inseparable Paul Laverty y logra el milagro de redondear la película con una estupenda conclusión a la altura del resto.
No sé lo que opinarán los seguidores habituales de Ken Loach, aquellos que en todo este tiempo se han mantenido siempre fieles al firmante de Lloviendo piedras, pero para quien esto escribe Looking for Eric se sitúa indudablemente entre lo mejor de la filmografía del director británico y le hace recuperar un prestigio que en los últimos años resultaba discutible.
El griego Theo Angelopoulos es un plasta recalcitrante y sigue empeñado en mantener dicha catalogación aunque en el reparto de su última película, El polvo del tiempo (I skoni tou hronou), figuren reclamos tan atrayentes como Willem Dafoe, Bruno Gantz, Michel Piccoli o Irène Jacob. Alternando planos fascinantes con otros rutinarios, su filme sobre la trágica historia familiar de un maduro director de cine es casi siempre aburrido, pretencioso y pedante. No es nada que no fuera predecible pero se hace constar.
Continuando la restrospectiva sobre la nouvelle vague, turno para Los cuatrocientos golpes, otro de los clásicos fundacionales del movimiento. La primera película de François Truffaut, elevada también a la categoría de clásico, se sitúa en el extremo opuesto en cuanto a intenciones a la propuesta godardiana de ayer, pese a que aquélla se basaba igualmente en una historia escrita por Truffaut. Con un tono humanista y cercano al espectador, el malogrado realizador francés cuenta la historia del pequeño Antoine Doinel, alter ego del propio director y personaje central de muchas de sus obras. Sus crecientes problemas escolares y la cada vez más difícil convivencia con unos padres distantes y en ocasiones hostiles están narrados con una ternura contagiosa. Aunque el mito probablemente en esta ocasión también está por encima de la realidad, es imposible no sentir simpatía por el filme o no conmoverse con sus célebres secuencia y plano final.
Jean-Pierre Léaud como Antoine Doinel en Los Cuatrocientos Golpes
La presente edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid dedica uno de sus ciclos a la nouvelle vague. Bajo la denominación Nouvelle vague: los caminos de la modernidad, se recogen tanto títulos clásicos de la nueva ola como de cineastas a los que el movimiento francés contribuyó decisivamente a reconocer como autores. Entre los primeros y casi como obra fundacional se encuentra Al final de la escapada, el primer largometraje del franco-suizo Jean-Luc Godard, que gozó en su momento de un enorme prestigio pero cuyos merecimientos se antojan ahora cuando menos discutibles, tanto los de la película como los de la propia trayectoria del cineasta.
Godard cuenta una historia protagonizada por un caradura encantado de haberse conocido, interpretado por un joven Jean-Paul Belmondo que, entre gesto y gesto de hombre Martini muchos años antes de que existiera el hombre Martini, lo mismo te roba unos francos que se carga a un policía. Pero nada de eso consigue quitarle demasiado el sueño y su verdadera preocupación durante todo el metraje es tratar de quedarse con la chica, interpretada por una guapísima Jean Seberg.
Es imposible tomarse realmente en serio la película, con su montaje acelerado y su efectista y percutante utilización de la música. En Al final de la escapada la forma acaba siendo el fondo y es este tono general de artificio fraudulento lo que imposibilita la implicación en la historia. Seguramente no era la intención de Godard que el espectador se implicara en la misma y de ahí que decidiera terminarla casi con un chiste, pero el resultado, con ínfulas de autoría o sin ellas, acaba por tener más ruido que nueces.
La 54ª Semana Internacional de Cine de Valladolid arrancará el próximo viernes 23 de octubre y lo hará con algunas novedades respecto a la edición anterior. En esta segunda edición dirigida por Javier Angulo destacan la significativa reducción de medio millón de euros en el presupuesto del festival y el lavado de cara de su página web oficial, notablemente más vistosa y ágil que su predecesora.
54ª Semana Internacional de Cine de Valladolid
El crítico Carlos Heredero, el crítico y escritor Diego Galán, el director de cine Salvador García Ruiz, el productor y guionista Elías Querejeta, la actriz Adriana Ugarte, el director, guionista y productor Roberto Lozano y los también guionistas y realizadores Félix Sabroso y Dunia Ayaso fueron, junto con el propio director de la Seminci, los asistentes a la rueda de prensa celebrada en Madrid a mediodía de ayer en la que se presentó la programación de la edición de este año.
La Seminci 2009 homenajea además a Carlos Saura (incluyendo una exposición de sus fotografías en el museo Patio Herreriano) y a Ettore Scola. El director italiano de La cena será también presidente del jurado. Ambos cineastas recibirán la Espiga de Honor, el máximo galardón de festival, que Scola recibirá de manos de la actriz Carmen Maura y Saura del director de fotografía Vittorio Storaro.
Habrá también una revisión de los cincuenta años de la nouvelle vague con la revisión de películas como Los cuatrocientos golpes, Al final de la escapada o Hiroshima mon Amour. En la sección Tiempo de historia lo más destacado será la presencia de Elías Querejeta como director de Cerca de tus ojos, un documental sobre el respeto y el cumplimiento de la carta de Derechos Humanos a cargo del más reputado productor de nuestro cine y Espiga de Honor de la pasada edición.
Cerezos En Flor. La realizadora alemana Doris Dörrie firma indiscutiblemente el mejor trabajo de los cuatro vistos en estos dos primeros días de Seminci. En un poco disimulado homenaje a Cuentos De Tokio, del director japonés Yasujiro Ozu, Dörrie cuenta el emotivo último viaje de una pareja de ancianos en el final de sus vidas. Y lo hace huyendo precisamente de todos los peligros, trampas y cartones que suelen acechar intentos tan comprometidos como el suyo para acabar logrando un resultado fascinante y conmovedor así como un dibujo de personajes realmente brillante. Por poner un pero, la conclusión de la historia se alarga quizá más allá de lo necesario aunque es un fallo menor puesto que películas así no deberían terminar nunca.
Cerezos En Flor. Trailer.
La Guitarra.Amy Redford es hija de su padre y ahora, a sus 38 años, estrena su primer trabajo como directora. Es la historia de una joven a la que diagnostican un cáncer de laringe fulminante. La forma de enfrentarse a su enfermedad de la protagonista consiste en recluirse en un enorme apartamento vacío y dar un giro radical a su vida, y en especial aprender a tocar esa guitarra que sus padres nunca le compraron siendo niña y que miraba con deseo desde el otro lado del cristal del escaparate. A medio camino entre el drama más lacrimógeno y la comedia involuntaria, La guitarra acaba basculando tristemente hacia esto último debido a un final verbenero y folclórico que casa poco o nada con el tono de lo narrado hasta ese momento.
Una edición más, la Semana Internacional de Cine de Valladolid continúa apostando por el caos y el desastre absolutos. En una organización donde la ineptitud es una norma y la incompetencia una forma de ser, no sorprende que apenas 24 horas antes de la gala inaugural el programa cambiara de arriba a abajo. O que adquirir entradas por internet fuese casi una misión imposible. O que fuera posible comprar el doble de localidades para una sesión. Pequeñas grandes chapuzas que en lugar de mejorar de una edición a la siguiente, siguen agrandando la brecha entre lo que debería ser la buena organización de un festival cinematográfico y la organización de la Seminci, pero que se quedan en nada ante esperpentos como el vivido en la tarde del pasado domingo en el Teatro Calderón.
La Mujer Del Anarquista. Dirigida por los alemanes Peter Sehr y Marie Noëlle, La Mujer Del Anarquista(Die Frau Ddes Anarchiste) retoma una temática tan gastada y a la vez tan complicada como la Guerra Cívil española, ofreciendo, a priori, el interés de suponer un punto de vista diferente por proceder de unos realizadores ajenos a nuestra cinematografía.
La Mujer Del Anarquista. Trailer
Protagonizada por un amplio elenco de caras conocidas del cine español, con Juan Diego Botto y María Valverde a la cabeza, la película sigue la vida de Justo Calderón, voz en las ondas y en las trincheras de la resistencia republicana frente al alzamiento nacional. Centrándose más en los conflictos familiares del protagonista que en los políticos, La mujer del anarquista no destaca para bien ni en uno ni otro aspecto y hace agua desde bien pronto para terminar por convertirse, sino en un completo desastre, sí en un conjunto decepcionante, deslavazado, torpe en la dirección de actores, erróneo en la elección de los mismos y finalmente fallido.
Retorno A Hansala. La otra película española vista en Valladolid, también en la Sección Oficial a concurso, ha sido Retorno A Hansala, último trabajo de la realizadora Chus Gutiérrez. Cine de mensaje y de buenos sentimientos, de compromiso y evolución personal, la película aborda un argumento en la que hubiera sido fácil naufragar como lo hacen los infortunados inmigrantes que abren la historia. En lugar de eso, Gutiérrez mantiene un pulso firme en la narración y extrae lo máximo posible a un guión bastante previsible y lineal que parece más de lo que realmente es y que acaba por resultar incluso conmovedor. Irregular trabajo interpretativo de su protagonista masculino José Luis García Pérez y más brillante de su compañera de reparto, la debutante Farah Hamed.
Doris Dörrie, Atom Egoyan, Alberto Lecchi, Jan Troell y Amos Gitai competirán en la Sección Oficial de la 53 Semana Internacional de Cine de Valladolid
La Seminci quedará inaugurada oficialmente el día 24 de octubre con la proyección de Captain Abu Raed, de Amin Matalqa, primera película nominada por Jordania para los Oscar en la categoría de Mejor película de habla no inglesa. La cinta narra la historia de Abu Raed, empleado de limpieza del aeropuerto internacional de Amman que llega un día a casa llevando un gorro de aviador y todo el mundo piensa que es piloto. Captain Abu Raed recibió el Premio del público de la última edición del Festival de Sundance.
La cinta está protagonizada por Bryce Dallas Howard, Chris Evans, Ellen Burstyn y Ann-Margret. La película está ambientada en el sur de los Estados Unidos en los años veinte donde Fisher Willow, una guapa heredera sureña, se enamora de un apuesto joven que trabaja en la plantación de su familia. Los problemas surgen cuando se pierde un diamante y se desencadena una serie de incidentes que harán peligrar su relación.
Para clausurar el certamen, se proyectará fuera de concurso Young@heart, dirigida por Stephen Walker, un documental que sigue durante siete semanas a unos jubilados de la tercera edad que se convierten en roqueros. Con música de The Clash, Coldplay, Sonic Youth, The Ramones, Gloria Gaynor y otros referentes del rock, punk y R&B. Young@heart recibió el Premio del público en el Festival de Los Ángeles.
El día previo a la inauguración oficial de la Seminci se exhibirá una exposición fotográfica sobre Luis Buñuel con imágenes de la vida del director y de sus relaciones con el mundo de la cultura y el cine, además de retratos y paisajes fotografíados por el propio Buñuel. En el mismo acto se proyectará fuera de concurso El último guión, documental inédito realizado por Javier Espada y Gaizka Urresti en el que los protagonistas son Juan Luis Buñuel (hijo del director) y Jean-Claude Carrière recorriendo algunos de los lugares más importantes de la vida del cineasta. 30 tambores de Calanda ambientarán la jornada.
El festival se completará con los siguientes ciclos y retrospectivas:
Gonzalo Suárez: 40 años de cine y literatura.
Matrimonio a la italiana: Marco Ferreri + Rafael Azcona (in memoriam)
Matar al padre: Shoei Imamura y Bo Widerberg.
Promoción ECAM 2007-2008.
Nuevas tecnologías y cine: Animación en 3D.
La 52ª Semana Internacional de Cine de Valladolid dio comienzo el pasado viernes con una sensible mejora en el proceso de compra entradas por internet, estrenado ya el año anterior y que entonces dejó mucho que desear. La organización del festival, casi siempre por debajo de su prestigio, ha mejorado sustancialmente en esta edición y por fin parece haber descubierto las ventajas del subtitulado electrónico y se han desterrado, esperemos que para siempre, los anacrónicos auriculares, tan habituales en sus salas hasta hace bien poco.
Una imagen de Blind, de Tamar van den Dop
Tras el pase inaugural de Persépolis, la primera jornada de Seminci ofrecía la proyección de la película holandesa Blind, de la directora Tamar van den Dop. Encuadrada en la sección Punto de Encuentro, Blind es un trabajo esteticista y edulcorado que agota pronto la única idea en que apoya toda su construcción. Ruben es un joven ciego de difícil carácter que vive con su madre en un solitario caserón en un páramo perpetuamente cubierto de nieve. La llegada a la casa de Marie, una nueva lectora con un pasado también problemático, no sólo consigue calmar el temperamento irascible y arisco del protagonista sino que da inicio a una historia de amor entre ambos complicada posteriormente por un tratamiento novedoso de la ceguera que puede devolverle la visión al primero. Sin más progresión narrativa que la que se deriva de su simplista argumento, con sólo cuatro personajes con los que llenar el extenso metraje, Blind se ve con progresivo distanciamento y escasa emoción, que se hacen más acusados en un final innecesariamente alargado y un tanto arbitrario.
Persépolis, de Marjane Satrapi
Por su parte, la película que inauguró la Seminci, la francesa Persépolis, es un más que brillante filme de animación que, como ya se ha apuntado en entradas anteriores, se basa en el cómic autobiográfico homónimo de la autora, la iraní Marjane Satrapi. Persépolis cuenta con un magnífico arranque que pone en situación personajes, entorno e historia de una forma admirable. A finales de los años setenta Teherán vive una situación política convulsa. La caída del Sha, la llegada de los islamistas al poder y las purgas hechas en el camino están narradas espléndidamente a través de los ojos de la niña protagonista. El nivel de inspiración se mantiene notablemente alto durante buena parte de un metraje que, sin embargo, se acaba revelando excesivo en el tramo final de una historia que peca en ocasiones de cierto ombliguismo por parte de una autora que parece considerar necesario remarcar cada incidente ocurrido en su vida aun cuando éste no sea merecedor de ello. Un pequeño defecto en un título brillante que apuntaba a cotas aún más altas en su inicio.
El director japonés Yoji Yamada opta a la Espiga de Oro con su filme Bushi No Ichibun (Love and Honor). Esta historia de samurais y venganzas cumplidas, excesivamente alargada y que constriñe la acción a prácticamente dos únicos escenarios y cuatro personajes, recibió, sin embargo, reacciones entusiastas por parte del público asistente a la proyección.
Poco después, el festival presentó en la sección oficial competitiva el último trabajo del veterano realizador asturiano Gonzalo Suárez. Él mismo, junto al productor Juan Gona, los actores Carmelo Gómez y Alberto Jiménez y las actrices Barbara Goenaga, Maribel Verdú y Aitana Sánchez-Gijón presentaron la película en la tarde del sábado en el Teatro Calderón. Tanto despligue escénico hubiera merecido un filme de más altura porque lo cierto es que Oviedo Express es un despropósito de proporciones mayúsculas de principio a fin, un esperpento que bucea siempre en las procelosas aguas del ridículo y que encima se extiende en una duración que se hace eterna. Es una de esas películas que no hay por dónde cogerlas. Parece tratarse de una comedia pero si es así no hace gracia y como drama no acaba de funcionar nunca por lo grotesco y absurdo de su historia y situaciones. Anuladas otras posibildades, queda únicamente como constatacion de la decadencia de su director y del atractivo físico de sus actrices protagonistas, con mención especial para la joven Bárbara Goenaga, que hacen lo posible con unos personajes imposibles.
Trailer de Oviedo Express, de Gonzalo Suárez
Inmediatamente antes, también en la sección oficial a concurso, se proyectó el cortometraje Triángulos, de la directora local Eliazar, estrafalario y bochornoso complemento a una sesión delirante.
El tercer día de Seminci ofrecía el estreno del último trabajo de Wong Kar Wai, cineasta habitual de un festival que le ha dedicado en ediciones pasadas una retrospectiva y que ha estrenado en España sus dos últimos trabajos, la confusa y brillante 2046 y esta My Blueberry Nights, desembarco del director de Hong Kong en la industria norteamericana con rodaje e intérpretes de dicho país. La película supone también el debut como actriz, en una estimable primera interpretación protagonista, de la cantante Norah Jones. Jude Law, Rachel Weisz, David Strathairn y Natalie Portman completan un reparto de campanillas para un filme que sigue los parámetros totalmente reconocibles dentro del cine de su director.
Norah Jones y Natalie Portman en My Blueberry Nights
Un Nueva York nocturno y en ocasiones algo sórdido sirve de escenario a unos personajes desorientados que se alejan y se encuentran en un argumento circular con tramos de road movie que cubre sus estaciones a golpe de canciones y secuencias brillantes. Buen trabajo interpretativo del conjunto, especialmente por parte de un gran Strathairn que aporta gran magnetismo a su breve aparición. My Blueberry Nights fue recibida en el pasado festival de Cannes sin excesivo entusiasmo. Quizás acuse demasiado la sensación de pérdida de originalidad por parte de su autor pero aún con esas sigue siendo un más que estimable ejercicio narrativo y emocional que mantiene buena parte de la brillantez formal y conceptual del firmante de Chungking Express.
Una año más, la Semana Internacional de Cine de Valladolid abre sus puertas. La popular Seminci inaugurará su quincuagésimo segunda edición con el largometraje de animación Persépolis, codirigida por Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud.
Persépolis, que se presentará en la Sección Oficial fuera de concurso, está basada en la historia personal de la propia directora, que cuenta cómo creció en un régimen fundamentalista islámico que la llevaría a abandonar su país para vivir en Francia y desarrollar allí su carrera artística.
La película es la adaptación del cómic del mismo nombre creado por Satrapi a finales del año 2000 y que consta de cuatro volúmenes. Dicha serie ha obtenido, además de un considerable éxito de ventas, diversos premios en los Salones del Cómic de Angouleme y Barcelona, entre otros. El largometraje adapta los dos primeros álbumes: desde su perspectiva infantil, cuando Marjane tiene diez años y es testigo de los cambios sociales y políticos con el comienzo de la república islámica, tras más de 50 años de reinado del Sha de Persia, hasta el inicio de su adolescencia con el trasfondo de la guerra entre Irán e Irak.
Póster de Persépolis
La versión francesa que se proyectará en el festival, cuenta con las voces de Catherine Deneuve y su hija Chiara Mastroianni, en los papeles de la madre de Satrapi y de la protagonista respectivamente, así como la de Danielle Darrieux como la abuela. Persépolis obtuvo el Premio del Jurado en Cannes y, recientemente, ha sido elegida para representar a Francia en los Oscar a la mejor película de habla no inglesa.
En torno a un total de veinte largometrajes, compitiendo o fuera de concurso, conformarán una Sección Oficial que que se completa con los siguientes títulos:
Junto a las proyecciones de Sección Oficial, hay que incluir las sesiones a concurso de Tiempo de Historia. Punto de Encuentro y La noche de corto español. Sin olvidar los ciclos dedicados a Alberto Grimaldi, Cine a juicio, Los efectos especiales o Los diseñadores del vestuario español que irá acompañado de la exposición Vistiendo los sueños, abierta al público en la Sala Municipal de Exposiciones del Teatro Calderón durante los días del certamen.
En esta edición se verán programas de la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC), así como las prácticas de la promoción 2007 de la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de Madrid (ECAM).
El jurado de la 52ª edición de la Seminci estará compuesto por la actriz argentina Marta Bianchi, el actor valenciano Toni Cantó, el compositor barcelonés Xavier Capellas, la productora brasileña Iôna de Macêdo, la directora del Festival de Cine de Troia, Fernanda Silva, y el director polaco Wiktor Grodecki.
Presentada a concurso en la primera jornada de la 51ª Semana Internacional de Cine de Valladolid, Mujeres En El Parque supone el séptimo largometraje en la filmografía del leonés Felipe Vega, del que hablábamos aquí no hace mucho a propósito de su anterior realización, la estupenda Nubes De Verano. Con su última película, Vega prosigue su discurso sobre las relaciones personales ambientando esta vez la narración en la ciudad de Madrid.
Mujeres En El Parque presenta el conflicto que vive una pareja madura en trámites de divorcio formada por Daniel (Adolfo Fernández), un profesor de música de carácter arisco y difícil, y Ana (Blanca Apilánez), su todavía, pese a pasarse media película lanzándole reproches, enamorada esposa. El matrimonio tiene una hija, Mónica (la guapísima Bárbara Lennie). Las ramificaciones del problema derivarán por caminos sorprendentes y concluirán en un catártico final en El Retiro.
Con un guión nuevamente escrito en colaboración con Manuel Hidalgo (que además se reserva una breve aparición en la pantalla en el arranque del filme), Felipe Vega se muestra en Mujeres En El Parque menos inspirado que en su anterior propuesta aunque deja las suficientes muestras de su estilo y su talento a lo largo del filme.
Mujeres En El Parque es una película difícil porque difícil es la historia que intenta transmitir y el esfuerzo tanto del director como de los guionistas consigue parcialmente su objetivo. Sin llegar a ser una gran obra, es un trabajo interesante aunque me temo que sus posibilidades comerciales son bastante limitadas.
Largas colas para conseguir entradas en la Seminci
También dentro de la Sección Oficial a concurso se pudo ver en esta primera jornada de Seminci la mexicana Más Que A Nada En El Mundo, ópera prima de los realizadores Andrés León y Javier Solar. Se trata de un pretendidamente claustrofóbico y angustioso retrato de la obsesión de una niña con que su madre ha sido poseída por un vampiro que vive en el mismo edificio. Por momentos el filme ofrece destellos de talento pero la historia, que hubiera dado para un corto brillante, se queda pequeña para los noventa minutos a los que la llevan los directores y que por momentos pone a prueba la paciencia y la resistencia del espectador.
La 51ª edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, dirigida por el hispano-argentino Juan Carlos Frugone y cuyo jurado en esta edición lo forman Manuel Antin, Matías Bize, Lucio Godoy, Jennifer Green, Paul Leduc, Marina Saura y Yoima Valdés, se presentó el pasado lunes 16 en el Casino de Madrid y en la Sección Oficial a concurso se podrán ver 15 largometrajes y cortometrajes. Los primeros optarán a la Espiga de Oro, máximo galardón que concede el festival. Destaca la presencia de numerosos cineastas hispanoamericanos en competición, como los españoles Alvaro del Amo y Felipe Vega, los argentinos Daniel Burman y Hernán Gaffet y los mexicanos Andrés León y Javier Solar.
Fuera de concurso también se podrá ver el estreno en España de The Queen, la última película del británico Stephen Frears recientemente presentada en el Festival de Venecia, donde Helen Mirren fue galardonada por su interpretación de la reina Isabel II de Inglaterra.