Senna, el documental biográfico (y casi hagiográfico) del piloto brasileño de Fórmula 1 Ayrton Senna da Silva que ha dirigido el británico Asif Kapadia, ha visto limitado su estreno en salas comerciales españolas a Madrid y Barcelona. Es un lástima que su distribución no haya sido mejor porque, más allá de sus méritos cinematográficos, es una película que permite disfrutar de una gloriosa época del automovilismo que, aunque todavía parece cercana en el tiempo, su rastro ha sido casi barrido por la hipertecnológica Fórmula 1 de la actualidad.
El documental arranca con la primera llegada de Senna al continente europeo para competir en carreras de karts. Posteriormente asistimos con relativa celeridad a su llegada a la F1 con el modesto equipo Toleman Hart, a su revelación en el Gran Premio de Mónaco de 1984, disputado bajo una intensa lluvia y que concluyó anticipadamente y de forma polémica, a su etapa en Lotus y, por último, a su llegada a McLaren, equipo con el que lograría sus tres títulos mundiales. Es a esa fase de su carrera deportiva a la que Kapadia dedica la mayor parte de su atención, centrándose fundamentalmente en la rivalidad mantenida con el piloto francés Alain Prost y es en ella donde el documental resulta un tanto tendencioso y manipulador, alterando sensiblemente el retrato de los protagonistas y tomando parte.
Kapadia saca partido del final trágico del piloto y construye su filme con buena parte de los elementos habituales de cualquier historia de ficción. Incluso hasta los malos se ganan aquí su redención, como el momento en que se muestra a Alain Prost portando el féretro de Senna durante el funeral celebrado en São Paulo o cuando se indica que el francés actualmente es miembro consejo asesor del Instituto Ayrton Senna, fundado en 1995.
Senna (Senna), de Asif Kapadia.
01/06/2011. Cines Verdi.
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