domingo, 7 de enero de 2007

Donnie Darko, de Richard Kelly

Donnie Darko

Donnie Darko, primer largometraje en la carrera del norteamericano Richard Kelly, se estrenó el mismo día en que el mundo pareció acabarse sobre la ciudad de Nueva York. Ese dato anecdótico, casual y macabramente emparentado con parte del argumento del filme, no contribuyó precisamente al éxito comercial de la cinta, por más que las notables virtudes del trabajo de Kelly no pasaron desapercibidas mucho tiempo antes de que los aficionados al cine elevaran la película al paraíso de los títulos de culto.

Donnie Darko no es un nombre de superhéroe, como se dice en un momento de la historia, sino el de un adolescente con problemas emocionales que vive con sus padres y hermanos en una lujosa zona residencial de California a finales del año 1988. Donnie es un alumno brillante pero tiende a hacer nuevos amigos imaginarios con los que se comunica y que le cuentan algunas cosas. El último de ellos es el conejo Frank, que la misma noche en que un motor de avión cae inexplicablemente sobre su cama, le informa que el mundo se acabará en poco más de 28 días.

La extraña conducta de Donnie no es del todo comprendida ni por su familia, ni por sus maestros, ni por su psicóloga. Su progresiva fascinación por la posibilidad de viajar en el tiempo confunde a su profesor pero su carácter diferente también atrae a su nueva compañera de instituto. Casi como el protagonista de uno de esos filmes sobre adolescentes que tanto proliferaron en la década en que se ambienta la acción, Donnie lucha contra todas las circunstancias adversas y logra la sorprendente catarsis final. La película funde temáticas y homenajes diversos, siendo quizá el más evidente el que Richard Kelly rinde a la gran Regreso Al Futuro (¿Una máquina del tiempo, como un Delorean?... Dios, me encantaba esa película), pero hasta rastros del mejor y más inquietante David Lynch se pueden encontrar en esta realización de polisémico significado.

Protagonizada por un ya entonces estupendo Jake Gyllenhaal en el papel protagonista y con un reparto tan heterogéneo que incluye los nombres de Mary McDonnell, Katharine Ross, Drew Barrymore (también productora), Noah Wyle o Patrick Swayze y con una brillante selección musical de canciones de la época, Donnie Darko redime la categoría de los filmes de culto demostrando que, en ocasiones, hasta puede tratarse de grandes películas.

¿No entiendes el final? Pincha aquí.

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