Estómago, de Marcos Jorge. Esbilla.
L'escaezu, de Juan Luis Ruiz y Lucía Herrera. Esbilla.
La película Estómago ganó la Espiga de Oro en la pasada Seminci de Valladolid y el Festival Internacional de Cine de Gijón la ha incluido dentro de su ciclo Esbilla, sección paralela que edición tras edición recoge aquellas producciones consideradas como lo mejor del año por la organización del certamen.
Estómago. Trailer.
Estómago es una coproducción italo-brasileña que narra la curiosa historia de Raimundo Nonato. Ya desde la primera secuencia, la película muestra claramente sus cartas con lo que parece un monólogo a cámara por parte del actor protagonista, un estupendo João Miguel, que consiguió incluso arrancar los aplausos del público. A partir de entonces, Estómago sigue dos líneas narrativas paralelas. En la primera vemos como Raimundo consigue un trabajo como cocinero en un mugriento local y como va progresando en su oficio, mientras que en la segunda lo vemos recluido en la cárcel, ganándose poco a poco el respeto de sus compañeros de celda gracias a sus habilidades culinarias.
El director Marcos Jorge juega durante una buena parte del relato con la ambigüedad de no establecer cronologías entre ambos planos narrativos, aunque va dejando algunas pistas al espectador que anticipan el sentido de la conclusión de la historia. Estómago se resiente de algunas bajadas de ritmo en su parte central que lastran parcialmente el resultado final pero no por ello dejamos de encontrarnos indudablemente ante uno de los mejores trabajos vistos en Gijón 2008.
Pieces. Especial 46 FIC Xixón 2008.
L'escaezu, de Juan Luis Ruíz y Lucía Herrera
A partir de un concierto del grupo asturiano Mus ofrecido en el Centro Español de Moscú surgió la idea por parte de Fran Gayo de realizar un documental sobre los niños asturianos de la guerra. La idea la recogieron Juan Luis Ruiz y Lucía Herrera y ayer presentaron el resultado de su trabajo. L'escaezu. Recuerdos Del 37 es una producción de la TPA grabada en vídeo digital que ofrece testimonios directos de los protagonistas de la historia, los niños hoy ancianos que recuerdan su partida desde el puerto de El Musel en el año 1937.
Es difícil juzgar imparcialmente algo con un componente emocional tan acusado como L'escaezu pero personalmente considero que la película se distrae excesivamente en una recreación paisajística que aporta poco a lo que debería ser el eje central del relato. Igualmente, los testimonios personales de sus protagonistas tienen un interés diverso y la película se resiente de ello. El resultado final acaba por resultar un tanto decepcionante por cuanto uno tiene la sensación de que se podría haber sacado mucho más partido que el obtenido, aunque de las declaraciones de Juan Luis Ruiz se desprende que querían hacer esto y exactamente esto.
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