jueves, 12 de agosto de 2010

El Escritor, de Roman Polanski



Roman Polanski ha tenido una gran exposición a los medios de comunicación a lo largo de los últimos meses. Debido a sus crónicos problemas con la justicia, desde que hace más de treinta años saliera por piernas de los Estados Unidos por el caso de violación de una menor, el director polaco fue arrestado el pasado septiembre en Zurich y puesto en libertad (¿definitiva?) hace apenas un mes. Entremedias se estrenó en los cines The ghost writer (El escritor fantasma), titulada en España únicamente El escritor, que ha resultado ser su mejor película en casi veinte años.

El filme está protagonizado por el actor escocés Ewan McGregor, en el papel de ese escritor fantasma (expresión anglosajona para lo que por aquí conocemos mejor como "negro literario") que es contratado por una importante editorial para corregir el libro de memorias de un destacado político, ex primer ministro británico, después de que el anterior encargado de la tarea apareciera ahogado en extrañas circunstancias. Nuestro protagonista, del que nunca sabremos su nombre, tiene reticencias a aceptar la oferta pero acaba cediendo ante las presiones de su agente y la buena remuneración del trabajo y viaja hasta una solitaria isla de la Costa Este norteamericana donde Adam Lang (personaje interpretado por Pierce Brosnan y que remite con escaso disimulo a la siniestra figura de Tony Blair de forma mucho menos amable que títulos como Love actually) se refugia provisionalmente de las acusaciones de criminal de guerra, acusaciones por las que hasta sus antiguos compañeros de partido parecen haberle dado la espalda.


Pierce Brosnan y Ewan McGregor en El Escritor

Con este material ajeno, basado en el libro The ghost de Robert Harris, en principio bastante alejado de los temas preferidos del autor de La semilla del diablo, Polanski consigue dotar a la película de sus otrora más características señas de identidad y logra los mejores momentos de la cinta en la creación de una atmósfera inquietante y por momentos angustiosa a la que el realizador nos acostumbró en épocas pasadas de su carrera pero que no había conseguido frecuentar desde los ya lejanos tiempos de la notable y poco reconocida Frenético. Durante buena parte del tramo central del metraje de The ghost writer asistimos con progresivo interés y creciente malrollismo al peligro latente que parece acechar en cada momento al escritor fantasma hasta que finalmente los acontecimientos acaban por desencadenarse.

Junto a los reseñados McGregor y Brosnan, completan el reparto unos casi irreconocibles (el paso del tiempo ha sido cruel con ellos) James Belushi, Timothy Hutton y Olivia Williams, además de Kim Catrall y Tom Wilkinson y una breve aparición del nonagenario pero aún muy activo Eli Wallach.


Olivia Williams y Tom Wilkinson en El Escritor

No tiene quizás la película una resolución particularme original (en el fondo, nada en ella lo es realmente) pero es lo suficientemente correcta y sincera con el espectador como para resolver todas las intrigas planteadas para crear la tensión (véase a este respecto Lost) y Polanski es capaz siempre de dar el ritmo justo y apropiado a todas las secuencias para que el resultado final se aproxime bastante a la perfección.

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