
Le Passé, de Asghar Farhadi. Sección Oficial.
Hahaha, de Hong Sang-soo. Hong Sang-soo.
The House With A Turret, de Eva Neymann. Rellumes.
Le Passé, de Asghar Farhadi. Trailer.
El realizador iraní Asghar Farhadi logró hace dos temporadas un únanime reconocimiento por Nader y Simin, una separación. Tanto es así que el filme se alzó incluso hasta con el Óscar a la mejor película de habla no inglesa, pese a llegar procedente de un país que no despierta precisamente muchas simpatías en aquella parte del mundo. Desgraciadamente, no fui de los que disfrutó con aquella película y las muchas alabanzas recibidas me parecieron excesivas para una historia a la que encontré forzada hasta los extremos, haciendo de sus personajes meras marionetas al servicio de un discurso prefijado y poco creíble. Le passé es el nuevo trabajo de Farhadi y esta primavera se ha podido ver en el Festival de Cannes, donde su protagonista, la actriz francesa Bérénice Bejo, consiguió el premio de interpretación femenina. Indudablemente es todo un tanto para el Festival de Cine de Gijón tenerla a concurso en su Sección Oficial. Otra cosa es el interés que despertaba en mí.
Pero, contra pronóstico, he salido entusiasmado de la proyección y las más de dos horas que dura se me pasaron volando. En esta ocasión no veo tanto las costuras (aunque sí las tenga) como la gran fuerza narrativa e interpretativa que lleva en su interior. Las diversas formas de tragedia que padecen sus protagonistas no las siento como un fin en sí mismas sino como la consecuencia de las circunstancias, más o menos azarosas. Es fácil implicarse en la trama de la película, reducida a sólo unos pocos personajes y menos escenarios, por los que Farhadi pasea su cámara con elegancia. Bejo está perfecta en su papel, lo mismo que el prolífico y siempre solvente Tahar Rahim, pero la gran revelación de la cinta es el para mí desconocido actor iraní Ali Mosaffa, que sostiene sobre sus hombros el mayor peso del filme y lo soporta impecablemente. Le passé probablemente abusa y juega con ventaja en un Sección Oficial llena de primeras películas y títulos de perfil bajo. Con todo, debería ser la principal favorita para llevarse los premios más importantes, aunque pocas veces méritos y reconocimiento han ido de la mano en el palmarés final del Festival de Gijón.
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Hahaha ha sido mi primera toma de contacto con el cine de su prestigioso director, el coreano Hang Sang-soo, finalmente ausente del certamen debido a inesperados problemas de salud. La película, compuesta a modo de relatos que dos amigos se intercambian mientras beben sin parar para celebrar la partida de uno de ellos rumbo a Canadá, recuerda por momentos al cine del realizador francés Eric Rohmer, en el que las parejas chico-chica hablan y pasean, pasean y hablan, mientras debaten sobre el sentido de sus relaciones amorosas. La barrera que separa el mundo oriental del occidental probablemente impide captar parte de la esencia del filme y el particular dibujo de uno de los personajes protagonistas masculinos no hace fácil empatizar con él, por lo que el resultado final está lejos de ser completamente satisfactorio.
Tenía grandes esperanzas puestas en la ucraniana The house with a turret pero éstas tardan poco en irse al traste. Rodada en blanco y negro y de corta duración, trata, se podría decir, de las peripecias que sufre un niño que viaja acompañado de su madre enferma en mitad de una guerra. Pero nada se explica demasiado, la película no pierde el tiempo en aspectos tan inncesarios como la construcción de personajes o la planificación de secuencias. En su lugar asistimos a una exhibición obscena de la desgracia, a una muestra de la peor pornografía emocional, una indigna e indecente acumulación de tragedia en la que se dan cita las peores muestras del catálogo de tópicos: niños desamparados, enfermedades, hambre, miseria, muerte, perros perdidos, ancianos solos, tuertos, tullidos, hombres y mujeres despreciables, elementos puestos todos al servicio de la absoluta inmoralidad de la directora responsable de este dislate. Claro que al final todo podría ser un sueño de Antonio Resines.
The House With A Turret, de Eva Neymann. Trailer.
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