jueves, 24 de noviembre de 2016

54 Festival Internacional de Cine de Gijón (Día 5)



Manang Biring, de Carl Joseph Papa. AnimaFICX.
Chicken, de Joe Stephenson. Enfants Terribles.
The teacher, de Jan Hrebejk. Sección Oficial.
Paradise, de Andrei Konchalovsky. Sección Oficial.



Manang Biring, de Carl Joseph Papa. Trailer.

Este año he visto más películas de animación en el FICX que en todos los anteriores juntos. Tampoco esto quiere decir mucho sino exactamente tres. La última ha sido Manang Biring, una exótica producción filipina con un argumento entre picaresco y capriano, pero bastante simple y tontorrón, que mezcla el drama familiar con la oncología para que el resultado final sea aún si cabe más terrible en todos los sentidos. La protagonista que da nombre el filme es una señora que se dedica al curanderismo. Ha sido diagnosticada de cáncer y ha renunciado al tratamiento, con lo que parece resignada a su suerte. Distanciada desde hace tiempo de su hija y su nieto, recibe una carta de ésta donde le anuncia su próxima visita por Navidad. Pero como estamos todavía en marzo y es posible que no llegue con vida hasta esas fechas, la señora Biring, en compañía de sus peculiares amigos, organiza una curiosa maniobra para asegurar el esperado reencuentro. El director Carl Joseph Papa hace de todo en su película pero ya se sabe lo que pasa con quien mucho abarca.


Cuando hago mi selección de películas previa al festival tomo decisiones entre sorprendentes y absurdas. No recuerdo por qué razones decidí que la británica Chicken merecería la pena pero si pudiera volver atrás en el tiempo y tacharla de la lista me ahorraría la hora y media perdida contemplando esta historia sobre (spoiler ahead) los peligros de la consanguinidad. El debutante Joe Stephenson, presente junto al protagonista del filme (Scott Chambers) en los Cines Centro, adapta una obra de Freddie Machin que quizá tenga un encaje adecuado en su sección (Enfants Terribles) pero no muchos motivos para salir de ella.


The teacher, de Jan Hrebejk. Trailer.

La eslovaca The teacher anima moderadamente una jornada que estaba resultando hasta el momento bastante infame. Sin ser nada del otro mundo, al menos permite sumergirse en los ambientes y escenarios de la Checoslovaquia de principios de los ochenta, aún bajo el yugo comunista. La película de Jan Hrebejk narra los abusos de poder de una profesora sobre sus alumnos, a los que recompensa o castiga académicamente en función de la predisposición de sus padres a hacerle favores de diferentes tipos. Para conseguir la implicación emocional del espectador y su empatía con los damnificados, el director y su guionista (Petr Jarchovský) no escatiman maniqueísmos y los malos son todos personajes lineales que se ganan nuestra condena y reprobación. La pérfida profesora es además la "directora del partido comunista" de la zona y el tipo que recibe una paliza por propasarse con la mujer de uno de los padres, "un maldito bolchevique", de forma que tengamos clara la orientación política del mal.


Cerramos el día con la que debería haber sido una de las películas del festival y que para mí acabará siendo la decepción del mismo. El veterano director ruso Andrei Konchalovsky, autor de títulos de prestigio como El tren del infierno... y también de Tango y Cash, viene de ganar el premio de Mejor Director en el pasado Festival de Venecia con Paradise.

Rodada en blanco y negro, propone la enésima revisitación en el cine del Holocausto judío. Por aquello de resultar original en un tema del que ya queda poco que decir, Konchalovsky cuenta en flashbacks la historia de tres personajes que hablan directamente a la cámara, recurso narrativo que acaba por explicarse al final. Pero la originalidad queda rápidamente enterrada por una historia que, en mi caso particular, dejó de interesarme antes incluso de empezar a hacerlo. ¿Qué más se puede contar a estas alturas sobre las brutalidades en los campos de concentración y exterminio, sobre la Solución Final o sobre el colaboracionismo francés? Desde luego, no lo que cuenta (y tal como lo cuenta) Paradise, que además es larga como un domingo sin dinero, que diría Lalo Alzueta. Habida cuenta de las deserciones durante su pase en los Cines Centro, más de uno habrá debido de pensar lo mismo.


Paradise, de Andrei Konchalovsky. Trailer.

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