miércoles, 24 de noviembre de 2021

59 Festival Internacional de Cine de Gijón (Día 5)



Shooting for Mirza, de Juan Gautier. Esbilla.
Any day now, de Hamy Ramezan. Enfants Terribles.
Toubab, de Florian Dietrich. Esbilla.


Shooting for Mirza, de Juan Gautier

La climatología parece darnos un poco de tregua y el diluvio del lunes se queda simplemente en amenaza durante la jornada del martes, que marca el ecuador del Festival de Cine de Gijón. Abandonamos el Teatro Jovellanos y su en ocasiones crepitante sonido de estos días atrás para asistir a tres filmes que se proyectan en los Cines Yelmo, que aún lucen estupendamente más de veinte años después de su inauguración, cuando no eran los únicos cines de la ciudad.

El primero de ellos es un documental sobre Mirza Delibašić que se presentó el pasado sábado con la presencia de los ex jugadores del Real Madrid de baloncesto Juan Antonio Corbalán y Juanma López Iturriaga, quienes acompañaron en Gijón al productor y guionista Yayo Herrero y al director y coguionista Juan Gautier. Shooting for Mirza compone su dibujo del baloncestista bosnio sobre los testimonios de sus dos hijos, Dario y Danko, y de su segunda esposa, Slavica. El filme se centra especialmente en la controvertida decisión del mítico jugador de permanecer en Sarajevo durante el asedio serbio en lugar de huir junto con su familia. Shooting for Mirza, que cuenta con la participación de Telemadrid y se estrenó internacionalmente el pasado mes de agosto en el Festival de Sarajevo, gustará más a los amantes del basket, especialmente a los seguidores madridistas, equipo en el que Delibašić jugó en los últimos años de su carrera, pero el interés de la historia que cuenta en absoluto está restringido a ellos.


La película Minari recibió un buen puñado de nominaciones en las principales categorías de los últimos Oscar, de los cuales únicamente acabó alzándose con el de Mejor Actriz de Reparto para Youn Yuh-jung. La cinta de Lee Isaac Chung era un retrato tierno y amable de una familia de inmigrantes surcoreanos que trataba de abrise camino en los Estados Unidos en plena era Reagan y que casi siempre adoptaba el punto de vista del más pequeño de sus miembros.

Any day now, producción finesa seleccionada en la sección Enfants Terribles del #59FICX, recuerda en muchos puntos a Minari. Dedicada por el director Hamy Ramezan a sus padres, fija su mirada en el hijo de una familia iraní que espera conseguir asilo en Finlandia mientras aguarda en lo que parece una versión dulce de un centro de internamiento para extranjeros. No pasan grandes cosas en Any day now y las que pasan no provocan demasiados sobresaltos, por más que la historia incluya experiencias autobiográficas del propio autor. Buscando siempre la identificación del espectador mediante un dibujo de la familia protagonista excesivamente edulcorado e idílico, todo en ella va allanando el camino para un desenlace previsible que por esperado resulta mucho menos emocional de lo que se pretende.


Any day now, de Hamy Ramezan. Trailer.

Mientras caminaba hacia la salida de la sala tras la proyección de Toubab escuche a un señor comentar que la película le había gustado pero que no era para un festival. La frase tiene más enjundia de lo que parece así a simple vista. Toubab, primer largo dirigido por Florian Dietrich, tiene unas cosas tan poco festivaleras como un buen guion, buenos personajes y además es la mar de entretenida, características todas ellas bajo sospecha desde hace un tiempo en según qué festivales, lo que es una desgracia y que nos condena en más ocasiones de las necesarias a padecer auténticos engendros surgidos de falsos profetas del arte.

Toubab arranca con la salida de su protagonista de la cárcel en la que ha pasado dos años. Pero no pasa ni un día hasta que da con sus huesos nuevamente en prisión, aunque en este caso su condena será la expulsión de Alemania, por más que haya nacido allí y no tenga país al que regresar. El filme toca unos cuantos asuntos sensibles pero lo hace mediante una trama ligera y una narración fluida, consiguiendo con ello ampliar el alcance de su discurso, que en su punto de partida remite a la estupenda Matrimonio de conveniencia que dirigiera Peter Weir. Así que a mí dadme más películas como Toubab y menos películas de festivales.


Toubab, de Florian Dietrich. Trailer.

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