La Joven De La Perla supuso el debut en la realización cinematográfica del documentalista británico Peter Webber. A partir de un guión de Olivia Hetreed que adaptaba la novela de Tracy Chevalier, Webber reconstruyó con brillantez el proceso de creación del cuadro de Johannes Vermeer que da título al filme.
Ambientada con gran cuidado en Delft (Holanda), la ciudad en la que nació y vivió toda su vida el pintor, la película especula con el origen del cuadro y se centra en la experiencia de Griet desde el momento en que ésta entra a trabajar como criada en la casa de Vermeer y en la progresiva fascinación que éste experimenta por ella y que culmina cuando la elige como protagonista de su pintura.
La Joven De La Perla basa todo su atractivo en la espléndida composición de los planos, mérito que cabría repatir a partes iguales entre Peter Webber y el director de fotografía, el portugués Eduardo Serra, que talmente parecen pinturas en movimiento, y el igualmente magnífico trabajo de los intérpretes, entre los que destaca la estupenda Scarlett Johansson en uno de sus primeros papeles estelares. De sus primeros planos se sirven en numerosas ocasiones Webber y Serra para hacer avanzar la historia que tienen entre manos.
Presentada con buena acogida en el Festival de San Sebastián de 2003, donde obtuvo el Premio a la Mejor Fotografía, el único punto negativo de la cinta viene quizá de su propia perfección academicista que termina lastrando en buena parte la carga emocional que debería haber tenido y por lo que acaba resultando algo fría.
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