martes, 28 de noviembre de 2006

44 Festival Internacional de Cine de Gijón - Día 5



Sección Oficial. La Línea Recta, de José María de Orbe
Larry Clark. Bully, de Larry Clark

El cine español siempre ha sido una especie de asignatura pendiente para el Festival de Cine de Gijón. Capaz de seleccionar para su sección competitiva algunos de los mejores títulos de la temporada, las películas españolas que han concursado en Gijón en la última década de Festival nunca han destacado más que por su indisimulable mediocridad. Y no parece que La Línea Recta, del vasco José María de Orbe, vaya a suponer un cambio en esta tendencia sino una reafirmación de lo dicho.

La Línea Recta intenta transmitir una especie de día a día de una chica joven y urbana, que comparte piso y realiza un pluriempleo infame en gasolineras y repartos de publicidad. Presentada en el Teatro Jovellanos por la plana mayor de su equipo artístico con el director a la cabeza, se pretende que sea un retrato sobre la incomunicación. Pero la mayor incomunicación que refleja el filme, cuando no la única, es la de sus creadores con el público. Todo es arbitrario en La Línea Recta. Planos interminables, diálogos inexistentes cuando no absurdos, desconocimiento de la elipsis más elemental y cambios inexplicables del punto de vista narrativo.

El director vasco José María de Orbe y la actriz Aina Calpe
El director vasco José María de Orbe y la actriz Aina Calpe

Es una película sobre la incomunicación porque no hay nada que comunicar. Absurdamente, el director y su guionista asumen que la actitud vital de la protagonista de su historia, interpretada por una esforzada Aina Calpe, es algo así como un estándar en los tiempos que corren. No es cuestión de jugar aquí a ser sociólogos y afirmar o negar tal premisa pero la deserción continua de espectadores desde el primer cuarto de hora de proyección quizá ponga en entredicho las teorías de los autores, por más que al final los aplausos se mezclaran con algunos abucheos.

Afortunadamente, antes del largo español a concurso pudimos ver un cortometraje más que digno del rumano Radu Jude, de título The Tube With A Hat. No es un corto precisamente corto pero en su metraje consigue comunicar más que toda la película de José María de Orbe. La odisea de un niño y su padre para llevar a arreglar a la ciudad un desvencijado televisor desde el pueblo en el que viven está narrada con pulso y mete al espectador en la piel de unos personajes que, a diferencia de los del marciano filme español, tienen razones objetivas para cometer los actos que realizan.


 Bijou Phillips y Kelli Garner en Bully

Bully fue la tercera película de Larry Clark y sólo se estrenó en España tras el alboroto producido por Ken Park. Es curioso porque Ken Park me parece lo peor con diferencia rodado por Clark y Bully, tras esta revisión, me parece no sólo el mejor trabajo de su director sino también, a secas, un estupendo filme. Bully fue un producto de encargo pero Larry Clark lo realizó con energía y llevó la historia real del asesinato de Bobby Kent por su grupo de amigos a su terreno, reservándose incluso una aparición no acreditada pero más que visible en el reparto.

Marty y Bobby son amigos desde la infancia pero el segundo, déspota y cruel, siempre ha tenido sometido y atemorizado al primero. Persuadido por su reciente novia, Marty decide que ha llegado el momento de ponerle fin a esa situación y con un grupo realmente estremecedor de la fauna adolescente del Palm Bay planifican lo contrario del crimen perfecto e, incluso, deciden llevarlo adelante. Bully divierte y estremece a partes iguales y continúa el discurso que Larry Clark ya iniciara con Kids.

0 comentarios: