sábado, 22 de noviembre de 2008
46 Festival Internacional de Cine de Gijón (Día 2)
La Niña Santa. Lucrecia Martel.
Nowhere Man, de Patrice Toye. Sección Oficial.
Una de las novedades de la presente edición del Festival Internacional de Cine de Gijón es la venta de entradas online. Un sistema que se viene utilizando con mayor o menor acierto desde hace algunos años en los diferentes festivales nacionales (véase Seminci) y que Gijón no había tenido a bien ofrecer hasta esta ocasión. El sistema, desarrollado en colaboración con Cajastur, podría resultar interesante si no mediaran unas comisiones abusivas que casi llegan a alcanzar el 30% del precio de la entrada, porcentaje que puede llegar a sorprender menos si tenemos en cuenta de quién viene. Como se puede comprobar en las siguientes imágenes, el sistema desarrollado por Cajastur tiene una extraña forma de realizar el cálculo del IVA.
Así las cosas, la venta por internet probablemente no esté cumpliendo las previsiones de la organización, aunque unida a esta novedad también aparece en esta edición la posibilidad de poder canjear el bono o adquirir entradas para cualquier sesión de cualquier día de festival, algo que tiene sus ventajas y sus inconvenientes pero que se está realizando hasta el momento a la perfección y reduciendo notablemente las esperas en las colas.
En la jornada de ayer se pudo ver la primera estación de la retrospectiva dedicada a la directora argentina Lucrecia Martel con la proyección y posterior encuentro con el público de La Niña Santa. Realizada tres años después de su revelación en el Festival de Cannes con La Ciénaga y contando con la producción de los hermanos Almodóvar, La Niña Santa es un trabajo irregular, críptico, a ratos inquietante y casi siempre premioso, que no termina de demostrar totalmente sus intenciones y que se queda a mitad de camino de ninguna parte.
La Niña Santa. Trailer.
Ambientada en un hotel decadente, en el que viven una madre separada y su hija adolescente, durante la celebración de un congreso médico, la película muestra las peligrosas relaciones cruzadas que se establecen entre uno de los doctores, esta mujer en crisis por la inminente paternidad de su ex marido y su atormentada hija, interpretada por la actriz María Alche, presente también en la sala y en el posterior coloquio. Martel, que volvió a dar muestras de su sentido del humor un tanto cínico, trató entonces de aclarar las partes menos evidentes de su trabajo ante el grupo de espectadores que se mantuvieron en sus butacas al finalizar la proyección.
Dentro de la Sección Oficial a concurso también pudimos ver ayer Nowhere Man, de la belga Patrice Toye, que presentó su trabajo en el Teatro Jovellanos acompañada por su marido y también director de fotografía de la película. Nowhere Man cuenta la historia de un hombre que un buen día rompe con su plácida vida y desaparece fingiendo su muerte durante cinco años, al cabo de los cuales regresa al mismo punto de partida para sorpresa e indignación de su desconcertada esposa.
Nowhere Man, de Patrice Toye
Partiendo indudablemente de una buena idea e incluso con un arranque prometedor, con una estupenda secuencia que se cierra con un elegante movimiento de cámara, el problema principal está en su tramo central, poco o nada creíble. El protagonista regresa y se nos dice que han pasado cinco años, pero realmente podrían haber pasado dos fines de semana a lo sumo, tal como lo muestra la directora. Esos cinco años no parecen haber dejado muestras de ningún tipo ni en él (a pesar de esa herida en la mano) ni en ella. En resumen, la realización de Toye no acaba de dar sentido en ningún momento a ese guión y al final es imposible no ver el desenlace con cierto escepticismo y distanciamiento, a pesar del buen trabajo interpretativo de sus protagonistas, Nicholas Beveney y Sara De Roo.
Etiquetas:
2008,
Cajastur,
Festival de Cine de Gijón,
La Niña Santa,
Lucrecia Martel,
Nowhere Man,
Salas 2008
0 comentarios:
Publicar un comentario