La redención es un tema muy cinematográfico que ha sido tratado a lo largo del tiempo en una infinidad de títulos con desigual acierto sin por ello dejar de resultar agradecido aunque la película en cuestión no aporte nada especialmente novedoso sobre lo ya visto anteriormente. Esto mismo es lo que ocurre con Levity, un filme estrenado en el año 2003 con no demasiada repercusión y cuyo guión, producción y dirección llevan la firma del también ocasional intérprete Ed Solomon.
Billy Bob Thornton, protagonista absoluto de la función, encarna aquí a un ex presidiario condenado a cadena perpetua por un asesinato cometido en su adolescencia y que recupera inesperadamente la libertad. De vuelta a la civilización, su única preocupación vital consiste en obtener el perdón de sus pecados y para ello repite constantemente los pasos descritos en un libro leído en prisión. El problema es que, entre visita y visita a la hermana del difunto, tarda bastante en advertir la imposibilidad de reparar el daño infringido a la víctima, aunque finalmente encontrará un camino para lograr su objetivo.
Billy Bob Thornton y Holly Hunter en Levity
Solomon demuestra un apreciable talento a la hora narrar y consigue dotar a su película de una peculiar e inquietante atmósfera que acaba por convertirse en la mayor virtud de la cinta junto con el notable trabajo interpretativo del cuarteto principal. Acompañan al protagonista el siempre eficaz Morgan Freeman, la ubicua Kirsten Dunst y una fugazmente recuperada Holly Hunter.
La carrera de Solomon, que incluía como precedentes los escolofriantes guiones de Super Mario Bros, Hombres de negro o Los ángeles de Charlie, sufrió un largo parón tras el estreno de Levity. Una injusta recompensa a un estimable trabajo lastrado sólo parcialmente por ciertos pasajes quizá un tanto premiosos pero también necesarios para la consecución del personalísimo tono del filme.
Levity. Trailer.
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