martes, 24 de noviembre de 2009

47 Festival Internacional de Cine de Gijón (Día 5)



Le Roi De L'Evasion, de Alain Guiraudie. Sección Oficial.
Barking Water, de Sterlin Harjo. Rellumes.


Le Roi De L'EvasionBarking Water

No puede decirse que la elección de las películas de la jornada de ayer fuera precisamente la más brillante de lo que llevamos de la presente edición del Festival de Cine de Gijón. Si hasta el momento todos los títulos escogidos mantenían un nivel medio aceptable, que en ocasiones llegaba a la brillantez o la excelencia, los que comentaremos a continuación son dos productos en menor o mayor medida fallidos.

Dentro la Sección Oficial a concurso, turno nuevamente para una producción gala. En este caso se trata de Le roi de l'evasion, escrita y dirigida por Alain Guiraudie. Le roi de l'evasion cuenta la historia de un comercial de maquinaria agrícola de un pueblo pequeño francés. Armand, nombre del obeso protagonista, es abiertamente gay pero en cierto momento del filme conoce a una adolescente casi obsesionada con él que le hace plantearse dar un giro a su vida.


Le Roi De L'Evasion. Trailer.

Con un tono que oscila entre el drama y la comedia para acabar por deslizarse imparablemente hacia lo segundo, La roi de l'evasion no resulta totalmente convincente en ninguno de ambos registros y si consigue funcionar y mantener el interés del espectador es principalmente gracias al brillante trabajo interpretativo de todo su reparto y en especial de Ludovic Berthillot y Hafsia Herzi, que consiguen hacer creíble y verosímil una historia que llega a adquirir por momentos tintes casi delirantes. Alain Guiraudie presentó la película en los Cines Centro y participó a su conclusión en un breve encuentro con el público.

Barking water ha supuesto la mayor decepción de lo que va de certamen. La película de Sterlin Harjo, que compite en la nueva sección Rellumes, es un itinerario, que se pretende físico y emocional, por los últimos días de vida de un anciano indio que se escapa de un hospital para reencontrarse con sus hijos. Le ayuda y acompaña en su ruta por carretera la mujer a la que abandonó en el pasado. El problema es que lo que podría ser un interesante punto de partida acaba convirtiéndose también en el punto de llegada debido a una narración arrítmica y plana que se limita a mostrar una sucesión de encuentros episódicos de desigual interés que no hacen avanzar la historia. Rodada en vídeo digital e interpretada con discreta corrección, su corta duración acaba por convertirse en el único punto a su favor.


Barking Water. Trailer.

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