viernes, 27 de noviembre de 2009

47 Festival Internacional de Cine de Gijón (Día 8)



Morphia. Aleksey Balabanov.

Recién llegado a la ciudad, el cineasta ruso Aleksey Balabanov compareció ante los medios de comunicación para presentar el ciclo que el Festival de Cine de Gijón dedica a su obra y que incluye la que hasta la fecha es su última película, Morphia, basada en los relatos autobiográficos de Mijail Bulgakov. Vestido de manera informal y ataviado con una gorra, el firmante de títulos tan excesivos como Cargo 200 o Dead man's bluff hizo gala de un laconismo típicamente ruso no exento de un sentido del humor en consonancia con el de sus propios trabajos.

Aleksey Balabanov en Gijón
Aleksey Balabanov en Gijón

"Quiero hacer obras de calidad, que puedan gustar a cualquier persona. No trato asuntos morales en mis filmes. Hago películas basadas en mis experiencias personales, y eso es todo". El realizador y guionista destacó que sus trabajos han tenido más dificultades de exhibición por su contenido sexual que por la violencia presente en los mismos. "En la televisión rusa la violencia no está prohibida. Pero lo peor es que el mismo canal que programa películas eróticas no pone la mía. En Morphia tuve que rodar un plano específico para televisión con una mujer no-desnuda".

Balabanov repasó sucintamente su carrera y recordó su relación con el actor -y también cineasta- Sergei Bodrov Jr., prematuramente desaparecido. El 20 de septiembre de 2002, mientras se preparaba para dirigir su película Messenger, el que fuera protagonista de Brother y todo su equipo de producción fueron sorprendidos por la avalancha de un glaciar en las montañas del Cáucaso. "Era un amigo muy querido y es muy difícil para mí hablar de él. Decidí rodar el guión que escribió para Morphia porque él no pudo realizarlo antes de morir. Aunque lo cambié un poco, seguí su idea y casi todo está escrito por él".


Balabanov, que considera Of freaks and men su mejor trabajo, sería protagonista unas horas más tarde de un curioso incidente al tener que ser socorrido por la Policía Nacional cuando trataba de bañarse de noche y vestido en la playa de San Lorenzo mientras su mujer e hijo presenciaban la escena divertidos. Después de esto, no resultó demasiado sorprendente que José Luis Cienfuegos anunciase en la presentación de Morphia en los Cines Centro que el cineasta se encontraba indispuesto y que ello le impedía acudir al programado encuentro con el público gijonés.

Ausente Balabanov, fue el escritor y crítico cinematográfico Jesús Palacios, autor del libro Aleksey Balabanov. Cine para la Nueva Rusia, el encargado de presentar la película. Morphia, que se alarga excesivamente en su metraje, narra las experiencias de Mikhail Alekseevich Poliakov, un joven médico rural destinado en la Rusia profunda en los albores de la revolución bolchevique. Progresivamente enganchado a la morfina como vía de escape a la terrible realidad de la época, el filme se vertebra en forma de breves episodios que muestran, entre amputaciones y traqueotomías, el descenso a los infiernos del protagonista, interpretado por el actor Leonid Bichevin, y que arrastra con él a su amante, la enfermera Anna Nikolaevna, personaje encarnado por Ingeborga Dapkunaite.


Morphia. Trailer.

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