El Festival Internacional de Cine de Gijón cumple 60 años y a casi la mitad de sus ediciones he asistido como espectador (el casi es por una ausencia de tres años a principios de este siglo, cuando me fui a trabajar a Madrid). Esta cifra redonda e inesperadamente elevada confirma sobre todo dos cosas: la mala salud de hierro del certamen gijonés (véase al respecto el libro De niños buenos a Enfants Terribles: 40 años del Festival Internacional de Cine de Gijón, de Eva Güimil, Toni Rodero y Elena Bandera) y que el tiempo pasa muy deprisa.
Hace 30 años el FICX aún no era el FICX y se celebraba en verano. Una tarde del mes de julio de 1992 entré en el Teatro Arango y me encontré con esta película holandesa. Recuerdo ya muy pocas imágenes de ella pero sí el impacto que me produjo la traducción simultánea de sus diálogos mediante prehistóricos auriculares pegados a los brazos de las butacas. Lo frustrante de la experiencia sonora hizo que para el resto del festival buscara cobijo en la retrospectiva que se le dedicaba a Bigas Luna, que incluía la en su momento polémica Las edades de Lulú y que vi casi al lado de Francesca Neri. El ciclo del fallecido cineasta catalán se completaba con el estreno de Jamón, jamón, que contó con la presencia en Gijón de la actriz Anna Galiena y de los por entonces casi desconocidos Javier Bardem y Jordi Mollà. El pase de Jamón, jamón fue accidentado y los problemas con el sonido provocaron la interrupción de su proyección en el Teatro Arango, con el propio Bigas Luna subiendo al escenario a pedir personalmente disculpas a los espectadores, y su aplazamiento al día siguiente en el Hernán Cortes.
Catálogo y programa de mano de la edición de 1992 del Festival de Cine de Gijón
De aquella trigésima edición no queda hoy prácticamente nada. Apenas el Teatro Jovellanos, que solo unos meses después inició unas obras de remodelación que duraron varios años. El Teatro Arango, que heredó la condición de sede principal del certamen mientras duraron los trabajos en el Jovellanos, es hoy una hamburguesería cutre y en lo alto de su fachada aún hay vestigios vergonzantes del negocio que vampirizó anteriormente sus instalaciones. Del Hernan Cortés queda el hotel y el casino. Y el resto de sedes que el festival tuvo hasta 2016, los Cines Bulevar y los Cines Centro, también han desaparecido y en su lugar se alzan ahora sendos gimnasios, en una simplona metáfora sobre cómo el culto al cuerpo ha sustituido a otros cultos. Es paradójico que sobreviva el festival de cine de una ciudad pero no los cines de esa ciudad, hoy reducidos a los Yelmo Ocimax, situados en la periferia y sede obligada del FICX desde 2017, y los Ocine Premium Los Fresnos (cuando leo lo de cines Premium saco la pistola...), inaugurados hace apenas un año y que en esta edición acogen por primera vez el certamen.
Las fechas del evento también hace mucho que se movieron al otoño, en una polémica pero acertada decisión tomada cuando José Luis Cienfuegos accedió a la dirección y se inició la época más brillante del festival. Desgraciadamente, Cienfuegos también es historia del FICX, aunque no vamos a volver sobre los sucesos que desembocaron en su destitución en 2012. Y como se supone que el inicio de una nueva edición es motivo de alegría, mejor centrémonos en lo que ofrecerá el Festival de Gijón que arranca esta noche durante los próximos 9 días.
Lara Martínez, Manuel Ángel Vallina y Alejandro Díaz en la presentación del #60FICX
Se consolida parece que ya definitivamente la división de la Sección Oficial en las selecciones Retueyos, Albar y Tierres en trance, este año más juntas y revueltas que nunca. De entre los 35 títulos que las conforman destaca Armageddon time. El último trabajo del estadounidense James Gray, un cineasta enormemente prometedor con sus primeras obras pero cuya última película, Ad astra, aborrezco bastante, será el encargado de inaugurar el #60FICX esta tarde en el Teatro Jovellanos. Anthony Hopkins, Anne Hathaway y Jeremy Strong protagonizan una cinta en la que Gray vuelve a tratar el tema de la inmigración y el sueño americano, esperemos que con más fortuna que en El sueño de Ellis. La inevitable doble ración del realizador coreano Hong Sang-soo no puede sorprender a nadie a estas alturas y seguro que sus últimos filmes, presumiblemente indistinguibles del resto de su filmografía, emocionarán a sus incondicionales, que haberlos haylos. Mucho más interesante me parece a priori Crónica de un amor efímero, del francés Emmanuel Mouret, que hace dos años firmó seguramente la mejor película de la edición pandémica del FICX, la estupenda Las cosas que decimos, las cosas que hacemos. Otro que hará doblete en Gijón será el controvertido director austriaco Ulrich Seidl, de reciente actualidad por su polémica Sparta, que se verá aquí junto con Rimini, que compite en Albar.
La sección con más títulos es Esbilla, este año fraccionada también en diversas subsecciones. Casi treinta filmes que ofrecen una variada muestra de lo más granado de la última producción cinematográfica a juicio de los programadores. La clásica sección Enfants Terribles mostrará quince películas entre las que la animación es protagonista destacada. La colaboración entre el FICX y el SSIFF continúa en Crossroads Zinemaldia un año más con la presencia en Gijón de seis largometrajes que han sido vistos en el último San Sebastián. La conexión astur-vasca se extiende al Zinebi, materializada en tres largos y dos cortos.
Armageddon time, dirigida por James Gray, inaugura la 60ª edición del FICX
Como (única) nota negativa, señalar por último que el calendario de proyecciones parece haber sido diseñado por el enemigo con el poco velado objetivo de que las películas más interesantes desde un punto de vista comercial sean vistas por el menor número de espectadores posible. Supongo que los insondables misterios de la distribución tienen la culpa pero lo cierto es que tenemos algunos pases únicos que se solapan entre sí, como ocurre sin ir más lejos en la última sesión de mañana con El triángulo de la tristeza y Suro (contraprogramando además la sesión de Sensacine con Alejandro G. Calvo). Por no hablar de los desconcertantes exilios de La maternal y El viaje a París de la señora Harris a Gijón Sur y La Laboral respectivamente.
La gala inaugural que tendrá lugar esta tarde-noche en el Teatro Jovellanos será conducida por El Gran Wyoming y en ella se entregarán los reconocimientos que el Festival de Gijón concede este año a la actriz y directora Elina Löwensohn, protagonista de la correspondiente retrospectiva, y a la también actriz y realizadora María de Medeiros.
Presentación de la 60ª edición del Festival Internacional de Cine De Gijón en el Toma 3
Festival Internacional de Cine de Gijón [Facebook]
0 comentarios:
Publicar un comentario