63º Festival Internacional de Cine de Gijón (Día 7)

Stereo girls (Les immortelles), de Caroline Deruas. Retueyos.
Météors, de Hubert Charuel. Enfants Terribles.
Reedland, de Sven Bresser. Albar.
À pied d'oeuvre, de Valérie Donzelli. Albar.


Stereo Girls (Les immortelles), de Caroline Deruas. Trailer.

Madrugamos nuevamente en esta séptima jornada del Festival de Cine de Gijón para asistir a la primera proyección matinal en la Escuela de Comercio. La responsable del esfuerzo es en esta ocasión la producción francesa Stereo girls, feo título internacional de Les immortelles, primer largometraje de la también actriz y guionista Caroline Deruas Peano, protagonizada por su hija Léna Garrel y por Louiza Aura, que parte de un corto previo de la autora.

Les immortelles es un particular coming-of-age ambientado a comienzos de los años 90 y que explora la relación casi fraternal entre dos amigas de infancia de una pequeña localidad del sur de Francia que sueñan con triunfar en la música. Pero ellas proponen y la realidad dispone, de forma que la luminosidad del primer tramo del filme se transforma en otra cosa muy distinta durante la segunda parte. La película dialoga con la situación política actual intercalando en su metraje fragmentos de algunos de los delirantes discursos televisivos de un entonces incipiente Jean-Marie Le Pen. Una difícilmente reconocible Emmanuelle Béart interpreta a la madre de la protagonista en un breve papel que nos recuerda el imparable paso del tiempo. Stereo girls, aun tratando un tema doloroso y personal, se ve con la misma facilidad con que se olvida.


También es francesa la primera sesión de la tarde, que para nosotros transcurrirá íntegramente en los Yelmo. Météors, tras pasar por la sección Un certain regard del Festival de Cannes, forma parte de la sección Enfants Terribles del #63FICX y, como en Stereo girls, también se sitúa temporalmente en un un pasado indeterminado para narrar otra historia iniciática de tres jóvenes de la periferia que adoptan caminos vitales diferentes. El filme está narrado con brío, utilizando recursos narrativos de probada eficacia, que lo alejan del tono trascendental y de impostada autoría tan frecuente en los títulos vistos en Gijón. Seguramente lo que cuenta nos suena conocido y el recuerdo que nos deje tampoco perdurará demasiado en nuestra memoria, pero se agradece que esté bien contada y que no busque ínfulas artísticas en cada secuencia. Paul Kircher, Idir Azougle (visto recientemente en Nuestro verano) y Salif Cissé (coprotagonista de la estupenda ¡Al abordaje!) interpretan solventemente al trío protagonista.


Météors, de Hubert Charuel. Trailer.

Tenía muchas esperanzas puestas en la neerlandesa Reedland, cinta elegida por Países Bajos como su candidata para los próximos Oscars. Desgraciadamente, las expectativas no han sido confirmadas en modo alguno y la película escrita y dirigida por Sven Bresser ha sido hasta el momento una de las grandes decepciones de esta edición del festival.


Reedland, de Sven Bresser. Trailer.

Reedland es una antología de tiempos muertos y secuencias eternas que buscan generar una tensión en el espectador que luego nunca se traduce en nada concreto. Un anciano agricultor, después de quemar juncos durante unos veinte minutos, encuentra en sus tierras el cadáver semidesnudo de una joven. Lo que sigue a continuación es la cansina observación del efecto que ese hallazgo opera en la mente del protagonista y sus intentos de descubrir al asesino de la chica. Pero Reedland huye de cualquier concesión narrativa y la trama policial es aquí del todo inexistente. En cambio asistimos, entre otras muchas secuencias de dudosa pertinencia y nulo interés, a una autosatisfacción onanista del enigmático protagonista frente a la pantalla de su ordenador, a una representación escolar en la que participa su joven nieta y a una monta de semental a yegua. Y todo para acabar en la casilla de salida pero tras dos horas perdidas.


La francesa Valérie Donzelli dirigió y coprotagonizó hace casi 15 años Declaración de guerra, recordada película que se llevó los principales premios del Festival de Cine de Gijón de 2011. Donzelli ha tenido una carrera de lo más activa desde entonces pero ha tardado todos estos años en volver a tener presencia en el certamen gijonés.

À pied d'oeuvre es una producción de corte intimista que protagoniza un fotógrafo cuarentón devenido en escritor fustrado que, tras separarse de su pareja y recibir el rechazo de su última novela por parte de su editora (Virginie Ledoyen), entra en un extraño descenso a los infiernos en forma de aceptación de trabajos precarios a los que se entrega con una peculiar fruición. La película no afina su tiro y resulta tan misteriosa e insondable en sus intenciones como irregular en sus resultados. El actor Bastien Bouillon carga con todo el peso de un filme tan atonal que no consigue que realmente lleguemos a empatizar con su autoinfligido sufrimiento.


À pied d'oeuvre, de Valérie Donzelli. Trailer.

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